Hay un tipo específico de batería que muchas dispositivos utilizan para almacenar energía, llamada batería de iones de litio. Estas baterías están ganando popularidad porque son livianas y pueden almacenar mucha energía. Además, son recargables, por lo que se pueden usar una y otra vez.
Una ventaja importante de las baterías de iones de litio es que son ligeras. Esto las hace muy adecuadas para factores que requieren potencia pero no pueden ser demasiado pesados, como los automóviles eléctricos y los teléfonos inteligentes. Una segunda ventaja de las baterías de iones de litio es que pueden almacenar mucha energía. Eso es porque pueden durar mucho tiempo sin necesidad de recargarse. Por eso podemos usarlas en muchos dispositivos hoy en día.
Las baterías de iones de litio funcionan transportando iones de litio de un lado a otro entre dos componentes, o electrodos, que son algo análogos a los extremos positivo y negativo de una batería. Al cargar la batería, los iones de litio se desplazan hacia un electrodo. Cuando descargas la batería para hacer funcionar un dispositivo, los iones de litio regresan al electrodo opuesto. Es este flujo de iones el que genera la energía utilizada por el dispositivo.
Las baterías de iones de litio están revolucionando la forma en que almacenamos energía. Cada vez se utilizan más en diversos dispositivos, como automóviles eléctricos y paneles solares, ya que pueden almacenar una gran cantidad de energía en un espacio reducido. Esto es posible porque podemos usarlas para cargar dispositivos que anteriormente dependían de baterías grandes y pesadas. También se emplean para almacenar energía proveniente de fuentes limpias, como el sol y el viento, para poder utilizarla cuando sea necesario.
El uso de iones de litio en la batería puede ser beneficioso para el medio ambiente, ya que nos ayuda a transitar hacia fuentes de energía más limpias, como la solar y la eólica. Pueden contribuir a reducir nuestro consumo de combustibles fósiles, cuya quema genera gases contaminantes del aire y el agua. Sin embargo, si las baterías de iones de litio no se desechan correctamente, pueden ser peligrosas para el medio ambiente. Por eso es importante reciclarlas cuando ya no sean necesarias.